las líneas de don rodrigo: agosto 2011

Sutileza




El sitio se llama Nova Chaco y se desprende del sitio Nova Nacional, que tiene auspicios -entre otros- de la Ansés, la Legislatura Porteña, la Cámara de Diputados de Buenos Aires, y la Municipalidad de Lomas de Zamora.

El Inadi tiene para hacer puré con esto...
La nota original aquí

Buscando a Caddaphi

“No me calienta si matan o no a Khadafi, lo único que quiero es que se pongan de acuerdo en cómo mierda se escribe”.


Un gran amigo de la casa, Ignacio Grünbaum tiene toda la razón al señalar esto.

Es por eso que en homenaje a su observación, he indagado en diferentes portadas de periódicos de Argentina y del mundo para observar cuántas maneras distintas de escribir el nombre del dictador libio hay circulando.

Todas son tapas del día martes 23 de agosto de 2011.


Clarín

La Nación

Ámbito

Página/12

Buenos Aires Herald

Le Monde

New York Times

Beeld Sudáfrica

Corriere della Sera

El Mercurio
Sí. Al menos hay 10 maneras de nombrarlo. Una más y tenemos un equipo de fútbol. Igualmente, todavía no vi en ningún diario la qu sería la favorita mía: Caddaphi.

Frases célebres de búnker


Así como en la farándula se ensaya una cara para cuando se pierde, los asesores extranjeros de los candidatos cobran un plus por enseñar esas frases indispensables a la hora de ganar tiempo para anunciar una derrota, anunciar una victoria o no anunciar nada. Esta especie de cátedra debe llamarse “Frases célebres de búnker” y son más que necesarias para los verdaderos “animales políticos” (valga el pleonasmo).

Pasaron las elecciones primarias y se vienen las generales. Aquí, un adelanto de la materia antes mencionada (para cursarla, quédese viendo TN desde las 18 hasta la madrugada, un domingo de elección).

Si usted ganó y obtuvo una reelección o es el candidato del oficialismo debe tener en cuenta que al electorado la palabra “cambio” lo seduce más que a un kiosquero sin monedas, por eso trate de meter este vocablo en su discurso, por más que usted quiera decir que todo va a seguir igual (es decir, cero cambio). Para ello, será suficiente con decir: “La gente reeligió el programa y el modelo. El cambio que empezamos hace (X) años, fue ratificado por la voluntad popular”, es decir, todo sigue igual, pero estamos en el “cambio”.

Si en cambio ganó y es de la oposición, remarque siempre la idea de cambio y muéstrese dialoguista (generalmente, cuando un oficialismo pierde, está medio calenchu). Además, destaque algo que queda bien y es el que ese cambio que la gente votó, lo hizo “por azar” y que nada está asegurado. “La gente necesitaba modificar el rumbo. Por eso, apostó al cambio y nos eligió”. “Apostar”, palabra fundamental en política.

Si usted creía que iba a obtener muchos votos, pese a ser una fuerza menor, pero el electorado le dio la espalda, no se preocupe… échele la culpa a los otros: “Esperábamos un mejor desempeño, pero es evidente que los medios y las encuestadoras se encargaron de polarizar la elección y eso nos llevó a conseguir el 0,8% de los votos”.

No vamos a apresurarnos ni a denunciar fraude, pero tenemos denuncias de falta de boletas y operaciones corruptas en todo el país contra nuestra fórmula”, es algo a lo que puede apelar si pierde. Esto lo ubicará como alguien a quien le despojaron el triunfo o como un patético cadáver político. Generalmente, la tendencia es 90% a 10% por la segunda opción.

Debemos ser conscientes de que recién empezamos con este espacio y este 2% nos posiciona muy bien para el futuro como una nueva fuerza política”, excelente manera de hacer positiva una derrota catastrófica.

Si usted está en su búnker, pero sabe que perdió, diga: “Considero que no debemos apresurarnos. Los votos se están contando. Esperemos que haya una tendencia. Nosotros tenemos otras cifras que las que se están manejando”. No se preocupe, cuando tenga que salir a reconocer la derrota, esa frase quedará olvidada en los medios luego de tanta vorágine y recorridas por otros búnkeres.

No se preocupe luego de decir todo esto. Tenga en cuenta que siempre aparecerá alguien que dirá que ganó en una mesa de Necochea y quedará como el más patético de todos, quedando usted habilitado a presentarse en cuatro años (o dos, si busca un placebo legislativo).